Para un gran número de colombianos el 2024 comenzó con incertidumbre debido a variables como la inflación que todavía se siente en los bolsillos de los ciudadanos, las altas tasas de interés que continúan afectando el acceso a crédito, la poca capacidad que en estos momentos tienen las personas para endeudarse y las reformas que cursan en el Congreso de la República que le apuntan a generar cambios estructurales para que el Gobierno tenga mayor control en temas como la salud, las relaciones laborales entre empleados y empleadores y las pensiones. Sin lugar a dudas estos factores inciden en el consumo de los colombianos y en la toma de decisiones de los inversionistas lo que afecta la dinámica económica.
Al observar detenidamente este panorama y teniendo en cuenta la desaceleración económica que vive el país se hace necesario comenzar a realizar acciones que generen confianza ya que Colombia no puede repetir el débil crecimiento del 0,6 % que se tuvo en el 2023.
A partir de la Constitución de 1991 Colombia comenzó a experimentar grandes transformaciones económicas y sociales y la arquitectura institucional se transformó. Esos importantes cambios han mejorado la prestación y el acceso a los servicios de salud, a los servicios financieros y han permitido que miles de ciudadanos tengan un empleo digno y por primera vez una casa propia. El país, sus instituciones y el sector privado han aprendido de las crisis y en muchos casos han terminado generando procesos que son referentes a nivel mundial.
Una de las características fundamentales de estas experiencias es que, entre el sector público, el sector privado, la academia y los sectores sociales han construido sobre lo construido. Son tantas las necesidades que tienen los colombianos que el margen de maniobra es muy pequeño lo que no permite improvisar.
Es por eso, que en medio de las crisis económicas que cada cierto tiempo se presentan en Colombia y en el mundo, en las últimas décadas se ha logrado acumular información mediante la cual se evidencia que el consumo de las personas, la inversión en infraestructura y vivienda jalona la economía. Las políticas contracíclicas que impulsan el gasto público de manera responsable y focalizado siempre deben estar a la orden del día.
El liderazgo en esta materia lo debe tener el sector público en alianza con el sector privado. El aumento de los ingresos por impuestos, una mejor eficiencia del gasto y la ejecución de políticas contracíclicas, deben generar confianza y estabilidad jurídica tanto para los empresarios como en general para los ciudadanos.
Desde FIGARANTIAS seguimos creyendo en Colombia y es por eso que a través de nuestro servicio de fianza promovemos la inclusión financiera garantizando el
pago de los créditos en mora a nuestros aliados financieros. Confiamos en que juntos contribuimos al desarrollo del país de manera ágil y justa.
