En los últimos años, ha aumentado la incertidumbre y la preocupación en las personas con respecto a sus finanzas y es quizás por eso que las entidades que hacen parte del sector financiero y las que originan crédito tienen la responsabilidad de seguir generando confianza en sus clientes y en general en la opinión pública.
Las personas vienen cambiando sus hábitos de consumo y se enfrentan a grandes desafíos relacionados con el costo de vida, el logro de sus metas económicas y las nuevas tecnologías. Están buscando disminuir sus gastos sin necesidad de que la calidad se vea comprometida. De ahí la importancia de transformar sus comportamientos con educación financiera que les permita elaborar un presupuesto, promover el ahorro, realizar inversiones inteligentes, desarrollar un plan financiero, controlar las compras compulsivas, aprender sobre finanzas y acceder a las nuevas herramientas digitales que brinda el sector financiero.
Debido a esta situación y a la dinámica de las transformaciones tecnológicas que viene experimentando el mundo, las empresas también han visto la necesidad de satisfacer de manera oportuna las expectativas de sus clientes, tener un mayor alcance y visibilidad de su oferta de productos o servicios, ser más competitivos y contar con estrategias de marketing más efectivas.
Adicional a lo anterior, la aparición de la inteligencia artificial (IA) ha incidido en una mayor personalización de los servicios, la automatización de ciertos procesos y la generación de estrategias gracias al análisis de gran cantidad de información que ha permitido prevenir riesgos y desarrollar productos innovadores y disruptivos.
En el caso de Colombia esto se da en medio de una mayor oferta de servicios financieros que vienen acompañados de ecosistemas digitales que ofrecen mejores experiencias a los clientes y que buscan contrarrestar la disminución de la demanda y el ajuste en el consumo de las familias que se presenta en la actualidad.
Al tener unos consumidores con mayor conocimiento sobre los productos y servicios financieros se fomenta la sana competencia, la transparencia en el sector y se generan nuevos desafíos para las entidades, ya que se deben anticipar a los cambios en los hábitos de consumo que se relacionan con las necesidades, expectativas y exigencias de sus clientes.
Para afrontar estos desafíos, es fundamental que tanto las personas como las empresas se adapten y se mantengan informadas. La educación financiera y la tecnología son claves en este proceso de transformación. ¿Estás listo para cambiar tus hábitos de consumo y aprovechar las oportunidades del 2024?