Es habitual que en los primeros meses del año se publiquen las cifras sobre el comportamiento de la economía colombiana. Esta información permite tener una radiografía a nivel macro sobre los principales indicadores económicos con los cuales el sector financiero, los gremios, la ciudadanía y el mismo Gobierno hacen proyecciones y toman decisiones.
Para el 2024 el crecimiento de la economía alcanzó el 1,7%, gracias al buen desempeño de la agricultura, el comercio, el turismo y la recuperación del consumo de los hogares. El recaudo de impuestos estuvo 4,4% por debajo del resultado del 2023, el desempleo para enero de 2025 fue del 11,65% y las remesas alcanzaron la millonaria suma de US$11.847 millones, el equivalente a casi 48 billones de pesos. La inflación se redujo hasta el 5,2% sin alcanzar todavía la meta del Banco de la República que está en un rango entre el 2% y 4%. De ahí que la tasa de interés de política monetaria se mantenga en 9,50% desde enero de 2025, ya que permanecen los riesgos asociados a la inflación de alimentos y los choques externos.
Sumado a las cifras anteriores, la principal empresa del país, Ecopetrol, sigue dando resultados poco alentadores. Las utilidades en el 2024 alcanzaron los $14,9 billones, una disminución del 21,7% en relación con las utilidades del 2023. Esto significa menos dinero para el Gobierno, el cual es su principal accionista.
Si bien es cierto que las principales cifras económicas a nivel local no generan gran optimismo, también lo es el entorno geopolítico. Los conflictos que se están presentando a nivel mundial y la tensión comercial con la guerra de aranceles están generando incertidumbre a nivel global. China y Estados Unidos son los protagonistas. Colombia se ve en la necesidad de establecer alianzas internacionales que tengan en cuenta la transformación que se ha dado en la producción de bienes y servicios, buscando la forma más eficiente y eficaz para potencializar el talento, la innovación y la tecnología que hay en el país.
Existe la necesidad de generar confianza y certidumbre para mejorar los indicadores de la economía colombiana. El sector privado sigue comprometido con el desarrollo económico del país y el bienestar de los colombianos, generando y sosteniendo el empleo de calidad. La oferta de capital humano calificado, la inversión en infraestructura y unas instituciones fuertes, transparentes y eficientes dinamizan el progreso del país.
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