De acuerdo con información de Asobancaria desde comienzos del 2022 más de 60 países han venido avanzando en la regulación relacionada con las finanzas abiertas. En Latinoamérica Brasil, México, Chile y Argentina han impulsado cambios normativos y el mercado ha hecho lo propio con el fin de crear y prestar servicios financieros de valor. Colombia no ha sido ajena a esta tendencia a nivel mundial por lo que en el 2022 se emitió un primer decreto relacionado con las finanzas abiertas.
Las finanzas abiertas se refieren al intercambio de información (datos) entre entidades financieras y terceros receptores de datos que ofrecen variados servicios. El intercambio de información se da con la aprobación de los clientes con el fin de innovar, crear y mejorar la oferta de productos y servicios que se ofrece a las personas y las empresas. En Colombia la Superintendencia Financiera ha venido liderando el tema y ha contado con el apoyo técnico del Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Mundial, la Superintendencia de Industria y Comercio, la Superintendencia de Sociedades, el Ministerio de Hacienda, MinTIC y el Banco de la República.
Los tres actores principales en este ecosistema son el consumidor financiero, las instituciones financieras y los desarrolladores de software quienes brindan las soluciones tecnológicas a través de aplicaciones móviles, plataformas web y pasarelas de pagos.
Dentro de los beneficios de las finanzas abiertas están el control de los datos financieros por parte de los consumidores, la oferta de mejores servicios financieros que se basan en hábitos de consumo y patrones transaccionales, la prestación de servicios de manera más eficiente y al entrar nuevos actores se pueden reducir los costos de los servicios financieros y mejorar la inclusión financiera.
También está la portabilidad financiera que le permite al consumidor financiero trasladar los productos financieros que tiene de una entidad a otra sin perder la información financiera de los mismos. Esto mejora las condiciones de los productos o servicios financieros en términos de plazos, tasas de interés o el monto de las cuotas que se pagan. Siempre buscando mejorar la experiencia del cliente.
Otros temas relevantes en la implementación de las finanzas abiertas son los protocolos de autenticación, seguridad y uso de la información, las leyes de protección de datos personales y habeas data.
Desde el 2022 también se vienen realizando mesas de trabajo con las entidades del sector financiero, empresas del sector real, gremios y la Superintendencia Financiera con el fin de estandarizar los formatos en donde se va a almacenar la información y con el propósito de adoptar reglas y protocolos de seguridad de la información y ciberseguridad.
Las finanzas abiertas fortalecerán las relaciones dentro del ecosistema financiero y permitirán tomar mejores decisiones en el sector público y privado con información actualizada y más focalizada en los intereses y las necesidades del consumidor financiero.